El podrido: sistemas o métodos para evitarlo o reducirlo
Author
Tuset, Juan J.Date
1978Cita bibliográfica
Tuset, J. J. (1978). El podrido: sistemas o métodos para evitarlo o reducirlo. En: Primeras Jornadas Nacionales de Comercialización de Agrios, 89-91.Abstract
Los frutos cítricos son atacados durante la recogida, manipulación en el almacén, conservación, transporte y mercado por
diferentes especies de hongos que son causantes de los podridos. En nuestras condiciones ambientales son: Penicillium digitatum
Sacc., Penicillium italicum Wehmer, Botrytis cinerea Pers., Alternaria sp., Rhizopus nigricans Ehrenb. y Phytophthora
citrophthora (Sm. et Sm.) Leonian; los agentes fúngicos más comunes que afectan a los cítricos durante la post-recolección.
De todos ellos, los dos primeros, P. digitatum (llamado “moho verde”) y P. italicum (“moho azul”) resultan ser los
responsables principales de estos podridos.
La presencia del “moho verde” y “moho azul” desarrollándose sobre las capas epidérmicas de naranjas, mandarinas,
limones y pomelos en los cajones o cajas de transporte y almacenaje, es un hecho muy común en los almacenes —tanto refrigerados
como no— de conservación y acondicionamiento de los frutos, así como en los de recepción del producto para su
venta al detall, constituyendo un problema —que muchas veces llega a ser grave— en la normal comercialización de los mismos.
Se sabe que con un buen manejo de las operaciones de acondicionamiento, conservación y transporte de los frutos cítricos,
se producen normalmente porcentajes de podridos debidos a estos hongos —siempre esto es una cifra variable que
depende de muchos factores— comprendidos entre un 5 y un 8 por cien de todo el producto manejado en una campaña.
De estas cifras, entre un 4 y un 6,5 por cien corresponde a los Penicillium, lo que representa que un 80-90 por cien de los
frutos podridos lo sea por estos hongos. Estos porcentajes pueden aumentar —así sucede muchas veces—, especialmente
cuando las condiciones de manejo de estos frutos durante la comercialización no están muy perfeccionadas y sobre todo
si los mismos son introducidos en los almacenes en períodos en que las condiciones climatológicas no son muy apropiadas
(elevada humedad ambiental y temperaturas superiores a los 209 C) para efectuar los trabajos de recolección. En tales casos
es fácil de encontrar tasas de podridos superiores al 12 por cien.