Adopción de tecnologías ahorradoras de agua en la agricultura
Fecha
2009Cita bibliográfica
Alcón, F., Arcas, N., De-Miguel, M. D. & Fernández-Zamudio, M. A. (2009). Adopción de tecnologías ahorradoras de agua en la agricultura. En: Gómez Limón, J. A. (Ed.) La economía de agua de riego en España. Una perspectiva regional, pp 127-146 (capítulo 7), Almería, Fundación Cajamar Caja Rural.Resumen
La importancia del agua para el desarrollo económico de un territorio es evidente. Sin
embargo, al tratarse de un recurso limitado, y en muchas zonas de España escaso, para que este desarrollo se realice de forma sostenible se pueden adoptar diversas líneas estratégicas que van desde la disminución de la demanda, hasta el incremento de la oferta, pasando por la mejora de la eficiencia en su utilización (MIMAM, 2007). Aunque las tres estrategias son interesantes, el aumento de la oferta y la disminución de la demanda presentan un alto grado de dificultad, por lo que la mejora de la eficiencia de su uso se revela como una buena opción para alcanzar los objetivos medioambientales establecidos en la Directiva Marco del Agua. La agricultura sigue siendo una de las actividades económicas que hay que impulsar para mantener el empleo y fijar la población en el medio rural. Sin embargo, las elevadas cantidades de agua que precisa hacen que ejerza una fuerte presión sobre el medio hídrico y que genere impactos negativos en los ecosistemas. Como consecuencia de la estrecha vinculación entre rentabilidad de las explotaciones
agrarias y regadío, se ha producido un gran desarrollo de las tecnologías relacionadas con el uso del agua en agricultura, desde las fases de captación, embalse y distribución del agua, hasta los instrumentos que permiten aportar agua al cultivo con estricta precisión. La tecnología se convierte así en una herramienta fundamental para aumentar la
eficiencia del uso del agua en agricultura, y una buena aliada en las estrategias de ahorro. Además, optimizando la gestión de este recurso natural se mejora el estado ecológico de las aguas y se hace un uso más sostenible, cuestiones de gran relevancia en la aplicación de las actuales políticas agrícolas y medioambientales. Para aumentar la eficiencia del agua en la agricultura se puede actuar a diferentes niveles (Sumpsi et al., 1998). De un lado, en el ámbito de la cuenca, aplicando la tecnología en el transporte del agua desde el embalse regulador hasta la cabecera de la zona
regable. De otro lado, en la Comunidad de Regantes, controlando la distribución desde la
cabecera de la zona regable hasta las parcelas de los agricultores; y finalmente en la explotación, con técnicas de distribución del agua desde pie de parcela hasta la planta, mediante diferentes sistemas de riego y métodos de programación del mismo. Con relación a este último nivel, la tecnología incluye los procedimientos de aplicación de agua en la planta y los que permiten conocer las necesidades de agua del cultivo. Precisamente
en estas dos tecnologías se centra este trabajo, que tiene como objetivo describir las principales tecnologías ahorradoras de agua en las explotaciones agrarias, así como los procesos de adopción y difusión por parte de sus usuarios.