Control biológico con parasitoides
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Date
2007Cita bibliográfica
Crespo, F. J. B., Pérez-Hinarejos, M., Santiago, S., Garzón, E., & Tarazona, I. (2007). Control biologico con parasitoides. Levante Agrícola: Revista internacional de cítricos, (385), 145-150.Abstract
mediante el uso de parasitoides
puede considerarse, en general,
uno de los métodos de control de
plagas más aconsejable en un
Manejo Integrado de Plagas (MIP).
Sin embargo, en el caso de la
mosca mediterránea de la fruta,
Ceratitis capitata (Wiedemann,
1824), no ha sido tradicionalmente
uno de los métodos destacados en
el control poblacional de esta plaga,
debido en parte a la falta de parasitoides específicos del insecto que
puedan ejercer un buen control
poblacional del mismo (Del Pino,
2000). Además, según Wharton
(1989), el control biológico ha sido
tradicionalmente considerado inapropiado para mantener las poblaciones de cualquier especie de
mosca de las frutas por debajo del
umbral económico de daño.
Sin embargo, el intento de aplicación de programas de control
biológico clásico tiene una larga
historia en la lucha contra las
poblaciones de esta especie de
mosca de la fruta. El primer intento
de aplicar el control biológico en el
caso de C. capitata data del año
1902, cuando el insecto se convirtió en el principal problema fitosanitario en Australia-Oeste y se introdujeron especies foráneas de parasitoides. Los mejores resultados en
el control biológico del díptero se
han obtenido en Hawai, gracias a
las introducciones de parasitoides
que comenzaron en 1913 con los
trabajos del italiano Silvestri y, ya
más recientemente (años 90), a los
intentos de una lucha biológica
centrada en el aumento poblacional del parasitoide Diachasmimorpha longicaudata (Ashmead)
y otras cuatro especies de himenópteros de la familia Braconidae
establecidas en las Islas (Headrick
y Goeden, 1996). Diversas especies establecidas en Hawai son el
resultado de casi 100 años de búsqueda alrededor del mundo
(Headrick y Goeden, 1996)