Abstract
En la última campaña de 2015/16 se produjeron 842.507 toneladas de arroz en España.
La Comunitat Valenciana es responsable de cerca de un 14% de la producción nacional de arroz
con una superficie cultivada de 15.087 ha, concentrándose su cultivo principalmente en el
Parque Natural de l’Albufera.
La paja de arroz es uno de los residuos más difíciles de gestionar, sobre todo en entornos naturales
y con alto valor ecológico, como suelen ser los humedales donde se desarrolla este cultivo.
De manera estándar se producen alrededor de 5-6 t de paja por hectárea de arroz.
En l’Albufera de Valencia se están originando unas 75.000 - 90.000 t de paja al año.
Tiene el inconveniente de ser un volumen de residuo que se genera en un periodo de tiempo muy corto,
ya que prácticamente todo el arroz se cosecha en unas pocas semanas.
El destino que tradicionalmente se le ha dado a esta paja ha sido la quema. Los agricultores consideran
que esta práctica favorece la destrucción de esporas de hongos, como la Pyricularia oryzae, así como
algunas bacterias y semillas de malas hierbas. Además, facilita la reincorporación al suelo de determinados
nutrientes. Pero esta práctica, muy generalizada entre los arroceros por su facilidad de realización
y por sus efectos fitosanitarios, puede producir también serios problemas de salubridad en las zonas
circundantes a las zonas de cultivo, en este caso la ciudad de Valencia, así como considerables daños
medioambientales. La quema de la paja es una fuente importante de emisiones a la atmósfera en forma de
monóxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxidos de nitrógeno (NOx), óxidos de azufre (SOx),
hidrocarburos, dioxinas y partículas de distinta naturaleza.